A Tulha
Esta noche ya en nuestro destino, Ponte de Lima, bajamos a conocer un poco el pueblo y a degustar su gastronomía, hay que ir rápido pues no es como en España que están abiertos hasta tarde, a las 22:30 cocinas cerradas o antes.
Así que llamamos para reservar y bajamos lo antes posible. Una vez en el pueblo aparcamos enfrente del restaurante , ya que estaban en fiestas y estaba todo a tope, la suerte de ir en moto.
El ambiente era tranquilo, al haber fiestas en el pueblo la gente estaba por la calle de cachondeo así que en el restaurante eramos pocos los que estábamos.
En principio nos pusieron el pan y unas especie de croquetas de pescado que estaban buenas, una ensalada mixta y un plato de queso seco, tipo semicurado y seguimos como no con más bacalao, en este caso al estilo del Tulha, otro gratinado y uno llamado bollo, también pedimos un medallón de ternera. Cerramos con unos postres, dos tipos de tartas, cafés e infusiónes. El vino era Talude.
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