El Soberan

Llegamos un poco antes de la hora acordada a destino, esquivando la lluvia, y al llegar nos encontramos con la entrada a la casa a través de una rotonda que si vienes de cangas de onís bien, pero si no tienes que entrar por casi la misma vía de salida al restaurante.

En la entrada hay una pequeña terraza cerrada, que hoy no vamos a estar, pues está fresco. Los baños se encuentran fuera del restaurante, en el edificio de enfrente. Una vez dentro preguntamos si podemos pasar al comedor y automáticamente nos pasan, desde el primer momento ves que es todo como muy casero, siempre presta.

Comenzamos a bajar alturas de un escalón por los diferentes comedores, éstos son pequeños e independientes. Llegamos al más alejado y allí teníamos una estufa de gas que estaba atemperando un poco la habitación. Tras sentarnos nos traen las cartas y la bebida que pedimos, agua vino y casera (hoy necesaria).

Hay tres menús de 11€, 12,5€ y 14,5€ con los mismos primeros para todos y luego difiere en los segundos. De primeros se piden unos espárragos, un poco de sopa (el día está pa ello) una ensalada de pasta y pote de berzas. Todo está rico, el pote se ve poco cargado de grasa, pero con bastante sabor y carne, el resto bien.

En los segundos, se piden varias raciones de carrilleras, un picadillo y el plato estrella cabrito al horno. Todos han probado el cabrito y hemos llegado a la conclusión que su preparación es exquisita, el resto de los platos están fráncamente buenos, pero la especialidad se lleva la palma. Luego los postres, todos caseros, están también muy buenos. Ya por último el café, normal.